En mis sueños...

Sueños,  verdades a medias, locuras, fantasías; ¿posibles?, ¿imposibles?, ¿cuántos son los afortunados que pueden asegurar que un sueño, el mas loco y descabellado sueño se ha cumplido, se ha vuelto realidad?; ¿uno en mil? 

Cuántos han visto sus sueños, sus ideales desvanecerse en la nada, ¡cuántos han luchado por conseguirlos y han fracasado! cuantos... cuantos...

Hace ya algún tiermpo tuve un sueño, el más erótico que he tenido; te soñé a ti, a la mujer más hermosa junto a mi, envueltos en una lucha sin cuartel, por ver quien era el vencedor en una batalla de amor.

Sobre tu cuerpo semidesnudo corrian perlas de sudor, se deslizaban presurosas por entre tus senos, tu espalda, tu vientre y yo, embelesado por esa figura de Diosa, te abrazaba con fuerza como queriendo evitar que ese encuentro llegara a su fin, aguardando a que el tiempo se detuviera y fueses mía hasta la eternidad, esperando fundirnos en ese abrazo y que no hubiera poder alguno en el mundo capaz de separarnos...

Repentinamente abro los ojos y te veo, ¡no puedo creerlo!, tú mi fantasía más grande estas frente a mí, no es un sueño, te tengo, eres mía... mía aunque sea solo por un momento, pero mía al fin, al fin...

Te escucho, tu respiración entrecortada aviva mi deseo por tenerte, por estar en tí... Mis manos buscan tu vientre y se deslizan hambrientas por tu cuerpo, recorren cada parte, cada rincón, cada pliegue; con voz muy suave me pides que me detenga, que pare, que no siga y sin embargo, lo que realmente deseas es ser mía...

Súbitamente y cegados por la pasión nos unimos... nos completamos... por fin somos uno solo, un solo cuerpo, una sola persona, un solo ente, un solo sentimiento... y yo embriagado por las sensaciones y el deseo solo alcanzo a decir: Te amo... Te amo...